Los microscopios ópticos deben tener un mínimo de mantenimiento después de ser usados y durante el tiempo que estén guardados.
Cuando no esté en uso, es recomendable guardarlo en un estuche o en algún otro sitio que lo proteja de los golpes.
El polvo y la humedad también son otros factores que pueden dañar tu microscopio, por lo que es conveniente guardarlo en sitios alejados del polvo y de la humedad.
Las partes mecánicas son muy frágiles y se pueden manchar de aceite de cedro, grasa, parafina u otros productos. Se recomienda limpiar estas partes con un paño humedecido con xilol.
Las ópticas debes limpiarlas con sumo cuidado y a ser posible no tocarla con nada que no sea papel limpia lentes.
Para limpiar las lentes utiliza papel limpia lentes humedecido con éter y pásalo por la superficie de las ópticas las veces que sea necesario.
Las lentes del ocular es aconsejables no tocarlas nunca, pero si te ves obligado a limpiarlas utiliza el método anterior.
A la hora de guardar el microscopio acostumbra bajar tanto la platina como el condensador a su posición más baja.